Reconexión y Relaciones
Cuando reencarnamos en la Tierra, entramos en una dimensión en la que la experiencia humana se basa en la separación, la dualidad, el desequilibrio entre las energías masculina y femenina, la desconexión. Desconexión de la Fuente, de nuestro Yo Superior, de nuestra historia álmica, de nuestros ancestros, de nuestro subconsciente, de nuestros dones y talentos, de partes de nosotros a las que renuciamos para sentirnos aceptados, de personas a nuestro alrededor. Por todo ello, la reconexión es EL objetivo último de nuestra vida encarnada, o el objetivo subyacente a toda nuestra trayectoria vital.
Vivimos la desconexión, la sentimos, y nos vamos haciendo conscientes de ella, a través de las relaciones: de la relación de cada persona consigo misma y de las relaciones con los demás. Nuestra herida primigenia es la de la separación de la Fuente. Las heridas superpuestas a esa son, todas ellas, siempre, relacionales, y son un recordatorio de lo que nuestra alma ha escogido venir a sanar y trascender a través del ser encarnado, no sólo para nosotros, sino para todos los que nos precedieron, las experimentaron también, y no pudieron sanarlas y trascenderlas. Por esto, la comprensión y sanación de las relaciones es una de las tareas esenciales de nuestra vida encarnada, empezando por la relación de cada persona consigo misma.
Ese proceso de sanación de las relaciones requiere de nosotros que tomemos consciencia de la distorsión de las energías masculina y femenina dentro de nosotros, y del desequilibrio entre ambas. Su sanación y reintegración, pues, son también parte esencial de nuestra tarea en esta dimensión. A medida que avanzamos en la sanación de las relaciones y la sanación y reintegración de las dos energías primigenias, avanzamos también hacia la reconexión con la unidad.
El ámbito de estas tareas esenciales es, para todos, doble: un trabajo interior imprescindible y un trabajo con nuestras relaciones con los demás.
ALGUNAS FORMAS EN QUE SOLEMOS MANIFESTAR DESCONEXIÓN
NEGACIÓN DE LO ESPIRITUAL
FALTA DE CONFIANZA EN LA VIDA
DESORIENTACIÓN VITAL
APEGO A LO MATERIAL
DESESPERANZA
RELACIONES CONFLICTIVAS
RESISTENCIA A LOS CAMBIOS
DIFICULTADES ECONÓMICAS
INESTABILIDAD PROFESIONAL
VUELTA A VIVENCIAS DOLOROSAS
BAJA AUTOESTIMA
MIEDOS RECURRENTES
REACTIVIDAD
AISLAMIENTO
RESISTENCIA A ESTAR EN SOLEDAD
Hay muchas otras, pero es muy probable que veas ya tu reflejo en alguna o en varias de esta lista. En virtud del Plan de Alma con el que cada persona reencarna, a lo largo de su vida experimentará diversas formas de desconexión y será consciente de algunas de ellas, intuirá otras, y no verá en absoluto otras más. Por eso, en todo este proceso descrito aquí, es clave la constante expansión de consciencia a través de nuestro Observador Interior, de nuestro Maestro Interior:
“Nosotros los vemos a ustedes madurando hacia su propia maestría. Los vemos volviéndose los maestros que ustedes a veces todavía buscan. Y de esto se trata todo: ¡encontrar su propia maestría!”