El trasfondo espiritual de lo que denominamos lo histórico

Los seres humanos hemos llegado a un punto en el que se está acelerando la expansión de la consciencia de nuestra multidimensionalidad y, con ella, la aparición y reaparición de recursos que nos ayudan a aprender a reconectar con el alma, el Yo Superior, nuestros guías, Dios, la Fuente, o como cada cual lo conciba, sienta y llame. Ya es muy claro que, si una persona quiere realmente llegar a conocerse tanto como sea posible a lo largo de esta vida encarnada, necesitará acceder a su multidimensionalidad, desde lo más profundo de su subconsciente y su energía ancestral, hasta lo más elevado de su Existencia como Ser espiritual eterno, cuya alma sigue su propio proceso de despertar de su Sabiduría, a través de la integración de la consciencia de su espíritu y la experiencia humana acumulada en el transcurso de una larga serie de reencarnaciones. Cuando una persona solicita, por ejemplo, la descodificación de su Contrato de Alma, la lectura de su Carta Natal, una consulta de sus Registros Akáshicos, una constelación grupal, o una sesión de hipnosis regresiva, está buscando un camino de acceso a, al menos, una parte de su multidimensionalidad, porque la comprensión sobre sí misma y su vida que puede alcanzar sólo a través de su mente y sus emociones, ancladas a las limitaciones del ego, es claramente insuficiente. La respuesta a la pregunta de “¿quién o qué soy?” lleva, tarde o temprano, a la reconexión con la parte de nuestra esencia que está mucho más allá de eso que nosotros denominamos nuestro yo, nuestra personalidad egoica.

La comprensión de la vida colectiva acabará tomando ese mismo camino también de una forma generalizada, aunque todavía falta mucho para ello. No es una tarea que esté sin comenzar. Rudolf Steiner, por ejemplo, le dio un gran impulso; pero sí es una tarea en la que está, todavía, casi todo por hacer. En algunos capítulos del libro sobre Adolfo Suárez que estoy escribiendo, los lectores encontrarán algunos ejemplos de lo que esto implica y de la transformación que provoca en nuestra comprensión de los procesos colectivos que denominamos humanos, o sociales (políticos, económicos, culturales, etc.), y en los que todavía no incluimos la presencia del alma y el espíritu, cosa que, con más facilidad, sí tendemos a hacer más y más cuando se trata de procesos estrictamente individuales. Hacer eso nos va a llevar a incorporar a nuestra comprensión de esos tipos de procesos la comprensión también e, idealmente, la vivencia, de lo que son las familias de almas, o racimos de almas, como los denomina Michael Newton; los pactos de almas; las características de la vida entre vidas, incluyendo la estructura, la organización, de la vida de las almas entre encarnaciones; los campos energéticos en resonancia a los que todos estamos conectados; los procesos de conexión y comunicación telepática, es decir, puramente energética, más allá de la densidad propia de esta dimensión; los procesos de canalización en los que estamos inmersos constantemente, seamos conscientes de ello o no. Todo esto, que cito tan sólo a modo de ejemplo, forma parte, de hecho, de una general expansión y profundización de nuestra consciencia que nos llevará a trascender no sólo nuestra conceptualización intelectual, sino nuestra vivencia completa, holística, de nuestra multidimensionalidad colectiva. Llegará un momento, en nuestro recorrido por ese camino, en que lo habitual será vivir inmersos en la materialidad de este mundo, pero estando en él en plena consciencia de nuestra multidimensionalidad, en conexión consciente con ella y en plena coherencia con ella. Desde esa perspectiva, contemplar lo que denominamos la Historia de la Humanidad a través, exclusivamente, de nuestra percepción intelectual y sensorial actual se nos mostrará como una visión extremadamente limitada y poco consciente, disociada completamente del trasfondo espiritual, energético, en el que se encuentra el origen de todo lo percibido y lo conceptualizado, y de todo lo vivido, también en eso que todavía denominamos Historia, ya sea de la Humanidad en conjunto, o de colectivos específicos.

En este blog iré compartiendo parte de mis investigaciones sobre este tema, centradas, especialmente, en la evolución de los colectivos humanos que han estado reencarnando en la materialización energética que denominamos España.

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