La ascensión completa el círculo del reencuentro con el alma

(Canalizado el 18 de marzo de 2020)

La perfección de las formas, las líneas y los colores no es lo importante. Eso es propio de un paradigma humano obsoleto, basado en lo superficial, lo aparente, lo que parece ser pero no Es. Lo importante es la energía contenida en las formas, las líneas y los colores y transmitida a medida que formas, líneas y colores aparecen, se hacen presentes, reales según la experiencia humana, anclada en lo material. Las energías se transmiten porque son activadas con la creación física, visual, del símbolo. Todo lo que haya en cualquier símbolo generado así es importante, tiene significado, tiene vida más allá de su manifestación material. La vida de los símbolos energéticos está contenida en ellos, a la espera de la materialización de los símbolos-contenedores. Esto es magia.

La perfección está en la armonía con las energías que están mucho más allá de una forma concreta, de una línea o un color o un símbolo energético cualquiera. La reverberación que genera es la verdadera perfección armoniosa, muestra de la conexión de todo en el Todo.

Activar los símbolos energéticos para activar, liberar, compartir, las energías que contienen y vienen a transmitir. Los símbolos energéticos no son accidentes, ni casualidades. Son realidades de otros planos que vienen a liberar sus energías para transformar lo profundo.

Multitud de seres de luz nos asisten y acompañan para traernos las más elevadas energías, las más sutiles y amorosas, a través precisamente del amor, que todo lo traspasa. Vienen a ayudarnos a discernir de nuevo entre el Amor, el dolor, las llamadas y obsesiones del ego, y las estructuras que se han construido desde el ego.

Pero esas estructuras egoicas no son inválidas, no están vacías de significado y valor. Al contrario: son espejos en los que sus creadores pueden ver lo más profundo de sí mismos y, entonces, comprender y transformar.

La ascensión completa el círculo del reencuentro con el alma, después de haber atravesado toda una vida y todo un ciclo de vidas. La fuerza que hace posible la ascensión es el Amor. Por eso esta es la tercera carta.

[ Nota: “esta es la tercera carta” hace referencia a dos símbolos canalizados hace unos meses, con instrucciones de reproducirlos, entre otras formas, en cartas que los haga manejables en todo momento. Las dos canalizaciones están en este mismo blog. ]

[ Nota: el símbolo formado por el triángulo circunscrito en el círculo me llegó hace unas semanas, mientras meditaba durante un concierto coral dedicado a la música canalizada por Hildegard von Bingen. El resto de la imagen me llegó anoche, junto con el texto. ]

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